En La Falda, una ciudad a decenas de kilómetros del centro de Córdoba, hay una terminal de buses. Gustavo Fóntán filma esa terminal como centro de la espera, todo lo que sucede alrededor de ella en un tiempo ficcional de tres días.
En La Falda, una ciudad a decenas de kilómetros del centro de Córdoba, hay una terminal de buses. Gustavo Fóntán filma esa terminal como centro de la espera, todo lo que sucede alrededor de ella en un tiempo ficcional de tres días.